Todos nos hemos sentidos decepcionados por alguna persona, engañados, impotentes ante la realidad. Una realidad que te ocultan durante tiempo, pero que al fin y al cabo, sale a la luz. Y ya es cuando, pronuncian la palabra mágica, perdón, y dejas atrás una estela de dolor... Pero, ¿Somos suficientemente fuertes para perdonar una traición de una persona querida? ¿O perdonamos pero no olvidamos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario