No soy la misma persona un viernes que un lunes. Dudo de casi todo. Fatalizo las situaciones. Vivo y siento las cosas con tanta intensidad que podría mover montañas. A veces no conozco término medio. Llevo las emociones a los extremos, puedo querer hasta volverme loca, o sentir total y absurda indiferencia. Cuándo no puedo más, huyo. No sé estar sola y triste. Yo me atasco, me derrumbo, me auto-destruyo, me destrozo y lloro. Pero después... Comienzo a sonreír de nuevo. (:
No hay comentarios:
Publicar un comentario