Lo mas seguro es que no sepa como empezar... Nose como describir su angustia, su tristeza y su malestar en esos ojos que te lo dicen todo. Allí estabamos, lejos de las personas, de las campañas políticas, de los amigos, de la familia, lejos de casa, de la ciudad en la que naciste, lo habíamos dejado todo atrás y ahora te preguntas ¿Para qué? ¿De qué sirvió? Realmente no sirvió de nada. Ahora nuestros caminos se separan, yo iré hacía la derecha y tú hacia la izquierda, y de vez en cuando miraremos atrás añorando todos esos recuerdos. ¿Qué te queda? ¿A dónde ir? No losé... Después de perder todo por nuestro amor me encuentro sola y perdida. Cada paso que caminaba hacia delante tenía la sensación de que no me movía, de que estaba estancada, incluso a veces pensaba que retrocedía 3 o 4. Paré en secó y miré hacia atrás, allí estaba él, perdiéndose entre las sombras. Estaba segura que si no giraba en ese mismo momento el se perdería para siempre, no volvería a saber nada de él. Pero no fui valiente. Me quedé quieta, mirando como el seguía caminado, apenas lo distinguía ya. Y en ese mismo instante, cuando desapareció, me di cuenta de mi error, me dí cuenta de que era lo que más quería, y que si habíamos llegado juntos después de tanto tiempo hasta aquí, tenía que haber luchado, haberme enfrentado a mis miedos, pero no lo hice, no lo hice y ahora me arrepiento, y pasan los días, las semanas, los meses, han pasado años y sigo torturandome por aquel error de entonces. Y si esto fuera una fábula, la moraleja sería que no dejes que se alejen las personas que realmente quieres, que heches el suficiente valor para luchar por ese amor. Pero ahora ya es tarde... Demasiado tarde.
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